martes, febrero 21, 2006

Esos raros hábitos nuevos...

Desde que estuve pensando en los "extraños hábitos" del post anterior, no pude dejar de pensar en los nuevos extraños hábitos que irremediablemente adquirí a partir de vivir en Montreal... Más que nada debería decir que no son extraños, sino mas bien son hábitos nuevos, que para alguien que viene de una ciudad con otras costumbres, le resultan raros...

Estos son algunos ejemplos:

1. Andar en medias en casa ajena.

    Es muy normal por estos lados, que al llegar de visita a alguna casa, uno llegue, se saque los borcegos, botas, o lo que uno lleve puesto en los pies, y se quede en medias estando de visita... Al principio nos pareció bastante raro, pero debo aceptar que se tornó en una costumbre muy cómoda... La causa? Simplemente porque uno viene con nieve, y suciedad de la calle, y no se puede estar ensuciando toda la casa...

2. Llegar al trabajo y cambiarse los zapatos.
    Así como uno anda en medias en la casa de otros, el proceso en el trabajo es tener un par de zapatos para usar en la oficina, y al momento de llegar, lo primero que se hace es sacarse los borcegos, botas, o lo-que-sea y ponerse los zapatos de oficina... Otra cosa normal, a la que hay que acostumbrarse...

3. Revisar el horario en el que pasa el colectivo.
    Eso si que me resulta raro! Revisar a que hora pasa el colectivo exactamente cada vez que salgo de casa, es algo que todavía no termino de acostumbrarme... Acá para ir de un lugar a otro, es necesario planear cada viaje, ver a que hora pasa el colectivo, que combinación hacer, y a que hora conviene hacerla... Resulta raro pensar que el colectivo pasa a las 8:42, ni un minuto mas, ni uno menos... Pero cuando te acostumbrás, está bueno... Eso si, perdiste el bondi, y fuiste... :)

4. Acostumbrarme a la cocina eléctrica...
    En realidad, está muy buena la cocina eléctrica... Pero es raro acostumbrarse a no ver la llama para saber si el fuego está bajo o fuerte... Además las perillas para controlar la temperatura están arriba de las hornallas, no en el frente... Y eso aún no puedo superarlo, instintivamente cuando quiero prender una hornalla llevo la mano al frente de la cocina, cuando me percato que ahí no están las perillas, me avivo y levanto la mano para llevarla al lugar correcto...

5. Cruzar la calle y que no te puteen...
    Esto si me resulta raro... Uno va por la calle, llega a la esquina, mira para el costado, viene un auto... Y la intuición me indica, frená, tiene que pasar el auto... Pero no... Uno se larga a cruzar, el auto frena, espera tranquilo a que uno cruce, y al final de que uno cruzó, recién ahí arranca... Merci...

6. Subirse al colectivo y saludar al chofer...
    En Buenos Aires, en alguna rara vez me ha pasado que uno suba al colectivo y el chofer salude, de hecho era algo que a mi me gustaba hacer, subir al colectivo y saludar... pero era realmente atípica la vez que el chofer me respondía... Acá, es rara la vez que no te responden... Bonjour!... Bonjour!...

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